Como decíamos ayer, tenía pendiente hablaros más en profundidad de Santiago de Chile. En vez de hacer un muestrario de monumentos, como suelo hacer, quería hacer un pequeño homenaje a mi tocayo Oli Milanés, pero he cambiado de opinión y voy a hacer una crónica con trozos de la letra de «Vine del norte», de Ismael Serrano, una canción con la que el destino, irónico como nadie, ha forjado una curiosa conexión. Si queréis saber la descripción de los lugares, pasad el ratón por encima de las fotos, como siempre.
Vine del norte buscando una canción y una cruz…
…y allí se cruzó un cometa…
…En Madrid seguiría lloviendo, triste como lo dejé,
y en Santiago con tus luces…
…y su noviembre me quemé.
…una noche en tu universidad…
…Andando por La Alameda…
…tú me empezaste a contar
causas, azares y luchas, en estos días…
…y al pasar por delante de La Moneda, tú tarareaste a Jara…
…solo me falta otro pisco…
…y en Santiago tantas cosas,
…hoy me muero por volver…
Hoy me muero por volver.
4 comentarios para “…de lo que fue Santiago ensangrentada”
Conseguido felizmente el objetivo de completar este «sui generis» Camino de Santiago, tras el caminar, no está de más que empieces a conjugar los verbos volver, abrazar, descansar, recordar, añorar, …
Entre los verbos que buscaba anoche y no recordé, está el de «reposar», en su acepción de descansar de la briega del camino, y de dejar que se «posen» tantas experiencias que has visto y has vivido. Vuelve y reposa.
Bonita entrada, ¡pulgares arriba!
Ahora mismo estoy conjugando verbos como «volver», «revolver», «devolver» e incluso «envolver»…
Un beso a los dos,
OLI I7O
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