Asunción resiste

La Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora Santa María de la Asunción, o simplemente Asunción, capital de Paraguay, este año está engalanada por el 200 aniversario de la declaración de independencia del país. Allí por donde vayas, encuentras el logo rojo-blanco-azul del «200», y la exaltación patriótica se puede apreciar en monumentos como el Panteón Nacional de los Héroes…

…con la gloriosa tumba del soldado paraguayo en su interior…

…y, por supuesto, en el Palacio de los López, el Palacio Presidencial.

Sin embargo, a mí me llamó mucho la atención que en la Plaza Uruguaya, había decenas de tiendas de acampada de indigentes, que luego resultaron ser indígenas. Entré a la zona y busqué al líder de la acampada, con quien me senté a charlar y a tomar notas de lo que allí estaba ocurriendo.

Llevan 3 meses acampados. ¿El motivo? Según parece, hay 3 territorios que actualmente pertenecen al gobierno de Brasil, equivalentes a unas 7860 hectáreas de terreno. Los indígenas reclaman la asignación de estas tierras a los 12 grupos indígenas correspondientes, según reconoce la ley 904/81.

Pero, claro, en Paraguay no existe un presidente como Evo Morales en Bolivia, que ha reconocido (algunos piensan que en exceso) los derechos indígenas. En esta cuestión paraguaya, parece ser que es sólo un tema de sacar la calculadora y hacer cuentas. El portavoz de los indígenas me contó que ese dinero existe, sólo que no se ha asignado como debería haberse hecho.

No sabemos en qué desembocará esta historia. Sin embargo, es muy llamativo que Paraguay haya experimentado el segundo mayor crecimiento económico del mundo, después de Catar (¿o Qatar? Me mola más así), y aún así, la miseria sea más evidente que en otros países latinoamericanos que he encontrado en el camino. Asunción resiste, pero las personas… eso es otra historia.