Es difícil dimensionar el parque nacional de Tikal. Tan solo se conoce una pequeña parte de todo lo que hay enterrado. Tikal, además de ser el hogar de cientos de pirámides y edificios mayas, alberga especies de animales insólitas, como cocodrilos, tucanes, monos y jaguares.
Una vez más, la foto no es del todo representativa, porque el parque es inmenso. Desde la cima de las pirámides se ven en la lejanía otras sobresaliendo por la maleza, que quedan perdidas como una bengala en alta mar. Es abrumador saber que debajo de todas esas plantas todavía quedan tantas cosas por descubrir, aunque probablemente nunca se descubran por muchos motivos. Además, haría falta generaciones y generaciones de arqueólogos trabajando sin descanso. Tikal es tan espectacular que con este parque doy por terminada mi ruta de pirámides por México y Guatemala. Ahora, a seguir hacia el sur.